html xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml" xml:lang="en" lang="en"> No Logo: noviembre 2006

30 noviembre 2006

Sobre Horcas y Líderes Morales


Dejo con ustedes un excelente articulo de Robert Fisk, corresponsal en Medio Oriente del Diario británico The Independent y autor del libro "La gran guerra por la civilización". Queda mucho para pensar acerca del obcecado interés de occidente por controlar el liderazgo moral dentro de la sociedad internacional.
Disfrútenlo.

El que alguna vez fue aliado de EE.UU. ha sido sentenciado a muerte por crímenes de guerra que cometió cuando fue el mejor amigo de Washington en el mundo árabe. Estados Unidos sabía todo respecto de las atrocidades y hasta le proveyó gas, junto con los británicos. Sin embargo, la Casa Blanca declaró (el día que se dictó la sentencia) que era "un gran día para Irak". No podría ser un veredicto más justo ni uno más hipócrita. Es difícil pensar sobre un monstruo más adecuado para la horca, preferiblemente despachado por su verdugo , el igualmente monstruoso verdugo de la prisión de Abu Ghraib, Abu Widad, que les golpea a sus víctimas en la cabeza con un hacha si se atreveían a condenar al líder del Partido Socialista iraquí Baas antes de ahorcarlos. Pero no podemos mencionar Abu Ghraib en estos días, porque hemos sentido el trayecto de nuestra vergüenza de Saddam hasta la misma institución. Y al colgar a este hombre terrible, esperamos vernos mejor que él, para recordar a los iraquíes que la vida es mejor ahora que lo era bajo Saddam. Tan terrible es el infierno que hemos infligido a Irak que no podemos decir eso. La vida es ahora peor. O mejor dicho, la muerte visita a más iraquíes que lo que Saddam pudo inflingir a los chiitas y kurdos. De modo que no podemos reclamar superioridad moral. Porque si la inmoralidad y perversidad son la vara para medir nuestras inequidades, ¿qué dice sobre nosotros? Nosotros sólo abusamos sexualmente a prisioneros, matamos a unos pocos de ellos y asesinamos a algunos sospechosos. Además, ilegalmente invadimos un país que costó a Irak unas pocas 600 mil vidas. A nosotros no nos pueden juzgar ni ahorcar. Al ex asesino en masa iraquí se le prohibió describir su relación con Donald Rumsfeld, ahora Secretario de Defensa de George W. Bush. ¿Recuerda ese apretón de manos? Tampoco se le permitió hablar sobre el apoyo que recibió de George Bush padre. No es de sorprenderse entonces que los funcionarios iraquíes reclamaron la semana pasada que los norteamericanos los presionaron para sentenciar a Saddam antes de las elecciones legislativas de EE.UU. Aquí están algunas de las pocas cosas que no se permitió a Saddam comentar: la venta de productos químicos a su régimen estilo nazi que ha sido sentenciado a la horca por una masacre localizada de chiitas en lugar de todo el gas al por mayor que se aplicó a los kurdos. El 25 de mayo de 1994, el Comité del Senado Norteamericano sobre asuntos Bancarios, Vivienda y Urbanismo presentó un informe llamado "Exportaciones de uso dual relacionados con la guerra biológica y quimíca de Estados Unidos a Irak y su posible impacto en las consencuencias de la salud (sic) de la Guerra del Golfo Pérsico". Fue la Guerra de 1991 que impulsó nuestra liberación de Kuwait y fue presentado un informe al Congreso sobre los embarque aprobados por EE.UU. de agentes biológicos enviados por compañías norteamericanas a Irak desde 1985 o antes. El mismo informe indicó que EE.UU. entregó a Saddam materiales licenciados para "uso dual" que ayudaron a desarrollar los programas químicos, biológicos y de sistema de misiles, incluyendo una planta de producción para guerra química. También enviamos cloruro de tionilo a Irak en 1988. Este fue el mismo país, Reino Unido, que ocho años después prohibió la venta de vacuna contra la difteria para los niños de Irak porque se podría usar para "armas de destrucción masiva". En occidente nos quedamos callados cuando Saddam masacró a 180 mil kurdos en la gran limpieza étnica de 1987 y 1988. Pero ahora tenemos que dar a la gente de Irak pan y circo, el ahorcamiento final de Saddam, retorciéndose. Ganamos. Hemos infligido justicia al hombre cuyo país invadimos y dividimos. Lo extraño es que Irak ahora está repleto de asesinos en masa, culpables de violación y masacres partiendo gargantas y torturando desde nuestra "liberación" de Irak. Muchos de ellos trabajan para el gobierno iraquí al cual ahora estamos apoyando, elegido democráticamente, naturalmente. Y no todos serán juzgados o ahoracados. Hasta ahí llega nuestro cinismo y vergüenza. ¿Alguna vez se habrán juntado tan obscenamente la justicia y la hipocresía?